Japón, siempre a la vanguardia de la tecnología, se está preparando para permitir que sus bancos inviertan directamente en activos digitales. Es un gran acontecimiento y podría cambiar las reglas del juego para la presencia institucional de las criptomonedas. Pero, como siempre, con cada ventaja, hay una desventaja. Vamos a desglosarlo.
El Cambio en el Paisaje de Pagos Cripto
Estos cambios no solo se tratan de permitir que los bancos tengan un negocio de pagos cripto. Están cambiando de la Ley de Servicios de Pago (PSA) a la Ley de Instrumentos Financieros y Cambio (FIEA). ¿El objetivo? Más estructura, menos caos y, ya sabes, un poco de protección al inversor. Suena bien en teoría, ¿verdad?
Pero aquí está el problema. Por supuesto, a medida que los bancos comiencen a sumergirse en Bitcoin y Ethereum, el juego de riesgos se vuelve mucho más intenso. Podrían estar mirando un aumento de 3.5 veces en las cuentas cripto registradas, pero ¿cómo van a manejar eso?
Una Espada de Doble Filo para la Inclusión
El potencial para que la gente en Japón ahora reciba pagos en cripto - y el hecho de que las empresas pueden pagar a empleados extranjeros en cripto - abre puertas para una inclusión financiera masiva. Pero, ¿es esa una puerta sólida? ¿O una que está unida a un marco tambaleante?
Los bancos están mirando hacia la nómina cripto, lo que podría llevar a que algunas personas tengan mejor acceso a servicios financieros. Pero con gran poder viene una gran responsabilidad. ¿Puede todo esto ser seguro? Esa es una pregunta que todos tenemos.
La Conclusión
A medida que Japón da un paso firme hacia el mundo cripto, podría ser solo un precursor de lo que vendrá en otros países. ¿Se abrirán nuevas avenidas para negocios e inversiones? Claro. Pero me pregunto a qué costo.






